Es muy difícil escoger sólo a una persona como la más importante personalidad en la historia del MMA. Pero aquí está una cosa que usted puede decir con toda la certeza: Si no fuera por Helio Gracie, el UFC y las MMA en Estados Unidos no existirían, y el mundo de los Artes Marciales sería muy diferente.
La muerte de Helio el día 30 de enero a los 95 años de edad recibió sorprendentemente poca atención para una persona con su enorme importancia. Él fue un pionero, maestro en desarrollar importantes tácticas. Él vio, y verá durante varias generaciones aún, su trabajo fructificar en Estados Unidos a través de sus hijos.
Para los fans más antiguos del UFC, el apellido Gracie es recordado como el señor anciano que solía quedarse en la esquina de su hijo, Royce entre los años de 1993 y 1995, cuando Royce dominó los UFC’s en torneos de estilos. Para los fans más nuevos del UFC, el apellido Gracie estaba en un anuncio en el comienzo del UFC 94, un evento que tal vez haya sido el punto más alto del deporte que él prácticamente ayudó a crear. El UFC 94 trajo como atracciones principales, dos luchas fuera de los pesos-pesados y recaudó el mayor número de PPV que cualquiera otro evento, quedándose atrás sólo de las peleas de Mike Tyson, Oscar De La Hoya y Evander Holyfield.
Las enseñanzas de Helio Gracie en las tácticas de defensa del jiu-jitsu son una parte importante del juego de virtualmente todos los luchadores de hoy día. Toda su carrera es importante, como las legendarias luchas en Río de Janeiro, como estrella del Vale-Todo (nombre que su estilo de lucha ganó en Brasil) que comenzó en la década de 1930. El mundo violento del Vale-Todo no fue barrera para despertar el antojo de su hijo más viejo, Rorion, de crecer juntos y ayudar el desarrollo del UFC.
Aún, en sus últimos años, el anciano Gracie pensó que toda su lucha ya no era necesaria.
“Él sintió que sus luchas de Vale-Todo fueron necesarias para mostrar cual era de más eficiente Arte Marcial” afirmó Kid Peligro, que escribió varios libros sobre la familia Gracie y sus enseñanzas. “Él sintió que, como ya había probado que el Gracie Jiu-Jitsu era el mejor Arte Marcial que existía, que él ya no necesitaba continuar luchando”.
Es claro que el MMA ha cambiado, y es preciso saber más que jiu-jitsu para ser un luchador eficiente, pero pocos luchadores han obtenido éxito sin aprender algunas lecciones del repertorio de los Gracie’s.
Un adolescente enfermo en la década de 1920, Helio Gracie observando las enseñanzas de su hermano más viejo, Carlos Gracie, que había estudiado judô y jiu-jitsu con el japonés Mitsuya Maeda, un pro-wrestler que luchaba desde antes del inicio del siglo, conocido como Conde Koma. De entrada, Helio Gracie no tenía permiso para participar de las clases, solamente asistía, sin embargo él aparentemente poseía la habilidad de reconocer lo que estaba siendo enseñado, y finalmente se hizo no sólo el mejor profesor, pero también un legendario luchador, aún pensando que pesaba sólo alrededor de 155 libras (70 kg).
“Él ayudó a muchas personas”, afirmó su hijo Royler, de 43 años, varias veces campeón mundial de jiu-jitsu y más conocido como luchador de MMA en Japón. “Él dio a muchas personas una forma saludable de entrenar y dio también auto-confianza”
“Él fue un peleador muy determinado. Él tenía una misión en la vida e inspiró muchas personas. Él desarrolló una forma de un peleador pequeño poder ganar a un peleador grande, o como mínimo, que pueda defenderse de un peleador grande. Él fue mi héroe. Está siendo muy difícil para mí, porque cada vez que yo visto el kimono, yo me acuerdo de él.
”Helio Gracie fue casi un Jack LaLanne brasileño. Sus enseñanzas no incluían sólo artes marciales, sino una forma saludable de vivir y alimentarse. Él no era fuerte, ni rápido y tan poco explosivo, que eran las fundaciones del jiu-jitsu que su hermano más viejo enseñaba.
En vez de eso, él desarrolló un estilo defensivo, refinando la guardia, donde el objetivo en una lucha contra un adversario mayor y pero atlético era neutralizar su fuerza utilizando la menor energía posible, dejándolo fallido, cansado, forzándolo a cometer un error y entonces aprovecharse de este error. Él perdió mucho de su interés en el UFC cuando fueron introducidas algunos cambios para hacer las luchas más interesantes para el público, crearon el límite de tiempo, y forzando los luchadores a que retomen la lucha de pie, cuando la lucha en el suelo se hacía aburrida.
Aún con casi 80 años, Helio Gracie estaba regularmente en la esquina de sus hijos, y no sólo para hacer número. Peligro notó que él podría estar en una sala repleta de cintas-negras asistiendo a los luchadores entrenando, y Helio iría a ver un detalle técnico mínimo, que nadie más había notado.
“Él no hablaba mucho”, afirmó Royler, sobre como era el comportamiento de su padre en la esquina. “Él te daba dos o tres directivas, y no le gustaba quedarse gritando y dando muchas instrucciones, pues eso podría dejarte confuso”.
Helio y su hermano más viejo, Carlos comenzaron a juntar un ejército de luchadores Gracie.
Helio tenía 9 hijos, 7 hombres, a pesar de que él considerara que tuvo 10 hijos, ya que crió un sobrino desde la infancia. Todos los chicos estudiaron jiu-jitsu desde pequeños, a pesar de que Royler insiste en afirmar que el padre nunca hizo ningún tipo de presión para que ellos entrenaran y vivieran utilizando el apellido de la familia. Carlos tuvo 21 hijos y más de 100 nietos, incluido Carlson Gracie Neto, que fue considerado el mejor luchador de Vale-Todo en Brasil de los años 60.
Mientras la lucha “sin barreras” ganaba popularidad en el “underground” alrededor de los años 90, dos estrellas prometedoras, hijos de Helio, hacían éxito, Royce en Estados Unidos y Rickson en Japón, mostrando las enseñanzas de su padre.
En varios puntos de vista, la carrera de Royce imitó a la de su padre, él también era flaco y no tenía ninguno de los dones atléticos de la mayoría de sus adversarios. Los dos lucharon por primera vez contra boxeadores profesionales, fácilmente los derrumbaron y mostraron que el deporte que era considerado el más efectivo (boxeo) tenía muchas deficiencias, porque en una lucha real, había la posibilidad de ellos que luchen en el suelo, donde el boxeo no tenía ninguna utilidad. Los años 40, Helio frecuentemente desafiaba a Joe Louis, el boxeador que era el más famoso atleta del mundo de la época.
De todos los hechos de la familia Gracie, las dos luchas que todo el mundo se acuerda mejor, son sus únicas dos derrotas.
En 1951, él enfrentó a Masahiko Kimura, que es conocido en Japón como el mayor luchador de judo de todos los tiempos, en el estadio de Maracaná, en Río de Janeiro. La lucha fue asistida por 20.000 fans, incluyendo el presidente de Brasil. Fue una lucha muy disputada pues Helio había finalizado a un luchador de judô llamado Kato. Kimura y Kato estaban juntos en Brasil trabajando como pro-wrestlers, y después de que Kato fue derrotado, el público que asistía a las luchas de pro-wrestler desaparecieron, pues los fans creían que ellos eran falsos. Por lo tanto la lucha fue más que el combate entre dos luchadores, fue un combate de dos luchadores que estaban defendiendo sus deportes.
Kimura, en su auto-biografía, notó que cuando él entró en el estadio, él vio un féretro.
“Yo pregunté que es lo que era aquello. Y me dijeron ‘Para Kimura, fue Helio que lo trajo’”
Mientras el legendario Helio Gracie imaginaba enfrentar las 220 libras (100 kg) del gigante Kimura, él estaba en esa época “sólo” con cerca de 187 libras (85 kg), pero aún así continuaba físicamente mucho más fuerte que Helio Gracie. Él arremetió contra Gracie y finalmente lo agarró con una llave de hombro que es ahora conocida como Kimura, y quebró el brazo de Helio. Gracie no tapeó, aún escuchando el barullo de su hueso quebrando. Kimura no conseguía pensar en más nada que no ser en continuar con el movimiento, y escuchó el barullo del hueso quebrando por la segunda vez antes que la esquina de Helio tirara la toalla.
La otra derrota, fue en 1955, fue ante uno de sus mejores alumnos y profesor de su academia, Waldemar Santana. Los dos tuvieron un desentendimiento en relación a un hecho de que Santana estaba practicando pro-wrestler, hecho este revelado por un reportero de periódico. La lucha duró 3 horas y 45 minutos antes que el más joven Santana venciera lo que se creía en la época, la más larga lucha de Vale-Todo de la historia.
Esta derrota llevó a Carlson Gracie a una serie de luchas contra Santana para restaurar el nombre de la familia, con Carlson venciendo de la más famosa lucha el 03 de agosto de 1956, en Maracaná ante un público de 40.000 fans.
El éxito de esa serie de luchas que llevó el hijo más viejo de Helio, Rorion, intentar vender un evento que él bautizó de "Guerra de los Mundos" donde él escogería luchadores de 8 estilos de luchas diferentes en un torneo con duración de una noche y virtualmente sin ninguna regla.
Todo el mundo en la televisión se rió de la idea, menos Campbell McLaren, un ejecutivo de la Semaphore Entertainment Group, ellos agendaron un evento en PPV, pero el nombre del evento había sido cambiado a Ultimate Fighting Championship, en 12 de noviembre de 1993. Rorion nombró a su hermano más nuevo, Royce, para representar a la familia y su arte marcial, y con Helio como parte de su esquina, él fue avanzando en la competición hasta hacerse el 1er campeón.
Haciendo eso, el público americano descubrió que casi todo lo que ellos sabían sobre luchas – de la superioridad del boxeo y de la importancia del tamaño y de la fuerza física – no era verdad. Todo eso trajo de vuelta la historia de un adelantado adolescente que cerca de 70 años atrás estudió los movimientos del cuerpo, las palancas y las finalizaciones y creó un estilo que permitía que él sobreviviera en luchas contra luchadores mayores y más fuertes.